Uruguay en la Copa América: Diego Godín, el capitán heredero de Diego Lugano y Obdulio Varela

Uruguay enfrenta la Copa América Brasil 2021, con el objetivo de aumentar su palmarés, llegar a 16 títulos continentales y mantenerse como el representativo nacional con mayor número de campeonatos de Conmebol. Lo más característico de la celeste es la garra que denotan cada uno de sus integrantes, valores a los que el capitán debe aunar con inteligencia y temple dentro de cada uno de los juegos y más allá de la cancha. Aquí te presentamos a tres emblemáticos portadores del gafete en la historia de la selección uruguaya en la máxima gloria de Sudamérica.

Obdulio Varela

No podíamos comenzar este recuento sin uno de los jugadores y capitanes referentes en la historia de la mítica selección de Uruguay. ‘El Jefe’ lideró a la celeste durante la década de los 40 y 50, época en la que se desempeñó en la posición de volante. De su generación, seguramente no era el más fino, potente, veloz o habilidoso, pero lo que lo hacía destacar era su personalidad firme y mentalidad táctica para ordenar y motivar a sus compañeros. Él era la voz de mando cuando se debían ajustar detalles dentro de la cancha o levantar el ánimo en el vestidor cuando la situación era contraproducente.

Fue capitán y pieza clave para impulsar al representativo que logró el ‘Maracanazo’ y segundo campeonato mundial para la celeste en Brasil 50. Disputó cinco Copas América, en las que ostenta dos subcampeonato y el título de la edición de 1942 disputada en su natal país. Sin duda, Obdulio Varela es el gran prócer de la garra charrúa.

Diego Lugano

El orgullo y el temperamento de ser celeste se ve muy bien reflejado en ‘La Tota’, capitán de la selección uruguaya durante la década de los 2000 y primera mitad de los 2010. El nacido en Canelones continuó con el legado de Varela, así como del resto de capitanes en la historia de su selección, con misma mentalidad y garra, como motivación para su superación personal y profesional. El exdefensa del PSG y multicampeón con Fenerbahce y Sao Paulo, completó su versión de líder con el conocimiento.

Siempre se caracterizó por saberse muy bien la historia deportiva de Uruguay, de estudiar y practicar corrientes filosóficas, y estar pendiente del entorno social y de los medios de comunicación que conciernen a la celeste. Todo esto, aderezado con su recio temperamento para comandar a sus compañeros, su singular fuerza para disputar cada balón aéreo y cada jugada en zona de seguridad. Bajo su capitanía, Uruguay logró el cuarto lugar del Mundial de Sudáfrica 2010 y fue el encargado de levantar la decimoquinta Copa América, en Argentina 2011. Su inteligencia, conocimiento y fortaleza, son su legado en la celeste.

Diego Godín

No podía haber mejor sucesor de Lugano. Toda la estirpe que forjó ‘La Tota’ fue bien asimilada por Diego Godín, actual capitán de la Selección de Uruguay. El hoy defensa del Cagliari de la Serie A, heredó el gafete en pleno campeonato mundial, en Brasil 2014, cuando Lugano se lesionó en el primer partido de la celeste, ante Costa Rica, y de forma inesperada, era momento de oficializar el cambio generacional. Su clave de liderazgo está basada en la humildad; predicar y convencer con el ejemplo. A pesar de ser el jugador con mayor número de partidos en la historia de su representativo, es quien carga los balones en los entrenamientos o lleva las botellas con agua si la situación así lo requiere.

Su fortaleza de valores fue aprendida gracias a la experiencia compartida por jugadores emblemáticos de su anterior generación, como Diego Forlán, Sebastián Abreu, Andrés Scotti y por supuesto, el mismo Lugano. Aunque ya fue campeón de América en 2011, su próximo reto es ser quien lleve y levante la Copa América número 16 para su selección. Más allá de su excelente juego aéreo y capacidad táctica de ordenar a sus compañeros, por su sencillez y autenticidad, Diego Godín ya tiene su lugar en la historia de la garra charrúa.