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Lesiones más frecuentes en el fútbol y cómo prevenirlas

Lesiones más frecuentes en el fútbol y cómo prevenirlas

¿Por qué el fútbol genera tantas lesiones? Más de las que imaginas…

Escrito por:Futbol Total

El fútbol es uno de los deportes más lesivos para el cuerpo, especialmente para el sistema musculoesquelético. Aunque parezca menos extremo que el ciclismo o el triatlón, las carreras explosivas, los cambios de ritmo y los choques lo convierten en una disciplina muy exigente para las articulaciones y los músculos. Es justo ahí —en esos gestos intensos, impredecibles— donde nacen muchas de las lesiones más comunes entre jugadores, desde aficionados hasta profesionales.

Movimientos intensos, frenadas y choques: la receta para una lesión

Durante un partido, un jugador puede cambiar de dirección más de 500 veces. Muchos de esos movimientos implican frenos en seco, giros bruscos o sprints cortos que obligan al cuerpo a adaptarse en milésimas de segundo. Todo ese estrés repetido sobre tobillos, rodillas y caderas termina pasando factura. A mí me pasó que, tras un cambio de sentido tonto jugando con amigos, terminé con un esguince de tobillo que me dejó fuera tres semanas. Y no fue por falta de calentamiento… simplemente el movimiento fue demasiado agresivo.

Principales lesiones que sufren los futbolistas

Si bien existen muchas formas de lesionarse jugando al fútbol, hay algunas que se repiten con más frecuencia. Estas son las más habituales según los especialistas en fisioterapia deportiva, y vale la pena conocerlas si practicas este deporte de manera regular.

Esguinces de tobillo y rodilla

Entre las más dolorosas y frecuentes

Los esguinces se producen por una torcedura repentina que estira los ligamentos más allá de su límite natural. El tobillo es el más afectado, sobre todo cuando el pie queda atrapado mientras el cuerpo sigue en movimiento. También ocurre en la rodilla, especialmente por impacto lateral. Los ligamentos laterales (interno y externo) son los más vulnerables. Los choques con otros jugadores aumentan el riesgo —y eso en fútbol, pasa todo el tiempo.

Lesiones de menisco y cruzados

No tan frecuentes, pero sí temidas

Las lesiones del menisco o del ligamento cruzado anterior no ocurren todos los días, pero cuando suceden, suelen implicar cirugía y meses de rehabilitación. Por eso se les teme tanto. Suelen aparecer en jugadas de alta carga donde hay rotación forzada de rodilla con el pie fijo al suelo. Una mala caída o un giro fuera de eje, y el menisco puede quedar atrapado… y lesionado. En muchos casos, el uso de un complemento para articulaciones puede ayudar a mejorar la recuperación o fortalecer la zona afectada.

Roturas de fibras musculares

Los isquios, los aductores y los gemelos: los más afectados

Este tipo de lesiones está “a la orden del día” entre los jugadores. Los desgarros musculares suelen darse por fatiga acumulada, mala hidratación, poca movilidad o simplemente por un sprint mal ejecutado. Las zonas más afectadas: los isquiotibiales, los aductores y los gemelos. Las rupturas fibrilares pueden ir desde una molestia leve hasta una rotura completa que exige descanso prolongado. Una nutrición rica en aminoácidos también puede marcar la diferencia en la prevención y regeneración muscular.

Tendinitis en aductores y tendón de Aquiles

Molestias que se vuelven crónicas si no se tratan

Las tendinitis en el fútbol son muy comunes. El constante esfuerzo en zonas como los aductores o el talón (tendón de Aquiles) causa microtraumatismos que, con el tiempo, provocan inflamación y dolor. Estas molestias no siempre aparecen de golpe, sino que van aumentando hasta que te impiden correr o golpear con normalidad. Son lesiones más “silenciosas” pero muy molestas.

Pubalgia u osteopatía de pubis

La consecuencia de ignorar las señales del cuerpo

Cuando la tendinitis en los aductores se vuelve crónica y se combina con un desequilibrio en la pelvis (muy común en futbolistas con isquios acortados), puede derivar en pubalgia. Es una lesión degenerativa que genera dolor en la zona baja del abdomen o la ingle. El problema es que es difícil de diagnosticar, avanza lento y requiere un tratamiento muy específico para no volverse reincidente.

¿Cómo prevenir estas lesiones en el fútbol?

Prevenir una lesión nunca es garantía absoluta, pero sí puedes reducir el riesgo. Un buen calentamiento, ejercicios de movilidad, trabajo de fuerza compensatoria y estiramientos son fundamentales. También lo es usar el calzado adecuado, hidratarse bien y respetar los tiempos de descanso. Después de probarlo, cambié completamente de opinión sobre los estiramientos: pensé que no servían, pero tras incorporarlos cada semana… nunca más tuve molestias en los aductores.

Escuchar al cuerpo siempre es la mejor estrategia

Muchas lesiones en el fútbol ocurren cuando ya había señales previas: molestias que se ignoran, fatiga acumulada o sobreentrenamiento. Aprender a escuchar el cuerpo es clave para prevenir problemas mayores. Al final, un músculo tenso hoy puede ser un desgarro mañana. ¿Vale la pena forzar por un partido más? La respuesta casi siempre es no.

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