Reestructuración de la Liga MX Inversión privada y su impacto en la valuación de los clubes
La llegada de capital privado está profesionalizando la gestión, mejorando infraestructura y creando nuevas vías de ingreso.

A lo largo de los últimos meses, la Liga MX ha experimentado una transformación relevante en su estructura financiera y de gestión, impulsada por la apertura a la inversión privada. Aunque no sea evidente al inicio, comprender que es forex permite entender cómo ciertos inversionistas internacionales valoran ligas que diversifican ingresos y manejan riesgos en distintos mercados financieros.
Uno de los cambios más significativos fue impulsado por Mikel Arriola, presidente ejecutivo de la Liga MX, quien en julio de 2025 anunció que la liga estaba valuada en cerca de 13 mil millones de dólares. Esta cifra no surgió de manera arbitraria: fue el resultado de estimaciones realizadas por fondos globales interesados en adquirir participación en el torneo. La venta del Club Querétaro a Innovatio Capital por aproximadamente 120 millones de dólares validó este interés y marcó un precedente clave para futuras operaciones similares.
La adquisición de Querétaro no solo significó una inyección de capital, sino también la entrada de un grupo con visión empresarial, conocimiento tecnológico y conexiones internacionales. Este perfil de inversionista eleva las expectativas sobre otros clubes y eleva su valuación potencial, siempre que se adapten a los nuevos estándares operativos y de transparencia.
Además, el interés de firmas como Apollo Global Management, que propuso inyectar entre 1 250 y 1 300 millones de dólares a cambio del 10-20 % de los ingresos centralizados, dejó claro que el fútbol mexicano es visto como un activo de alto valor. Sin embargo, esta propuesta incluía condiciones exigentes: eliminación de la multipropiedad, reglas más claras de gobernanza, y una liga sin descenso para garantizar estabilidad financiera a largo plazo. Estas cláusulas generaron tensiones entre los dueños de clubes, muchos de los cuales aún no están listos para renunciar a prácticas tradicionales.
La creación de un fondo común para la liga, anunciada a finales de 2023 y apoyada inicialmente por todos los clubes, tuvo contratiempos cuando el comisionado Juan Carlos Rodríguez renunció tras no lograr consenso sobre su implementación. A pesar de estos obstáculos, la reestructuración avanza con una dirección interina encabezada por Arriola y un comité de diez clubes que dan seguimiento al proyecto.
Otro aspecto relevante es la modernización del modelo corporativo de los clubes. El Club América, por ejemplo, creó “Red Águila”, una operadora de telefonía virtual y lanzó la “Membresía Azulcrema”, diversificando fuentes de ingresos y creando canales directos con su base de aficionados. Este tipo de estrategias refuerzan el valor de marca, elemento cada vez más importante en la valuación de un club.
En paralelo, empresas como Ollamani, escisión de Grupo Televisa, agrupan activos como el Estadio Azteca y el Club América bajo un enfoque corporativo, con objetivos de cotizar en bolsa y atraer capital mediante transparencia y autonomía financiera. Esta tendencia posiciona a la Liga MX más cerca de modelos europeos como LaLiga o la Premier League, donde la valuación de clubes está ligada a métricas empresariales y no solo deportivas.
Las inversiones también se reflejan en infraestructura. El Estadio Azteca, que será sede del Mundial 2026, ha recibido más de 2 100 millones de pesos en remodelaciones. Esto incluye mejoras en iluminación, conectividad y accesibilidad, con el objetivo de cumplir estándares internacionales. Estas mejoras no solo benefician al inmueble, sino que elevan el perfil de toda la liga como producto global.
No obstante, existen retos por resolver. El sistema de ascenso y descenso está suspendido hasta 2026, lo que limita el dinamismo competitivo y la movilidad deportiva. Clubes de la Segunda División han solicitado su reinstauración, señalando que la falta de ascenso desincentiva la inversión en proyectos deportivos a largo plazo. Para los inversionistas, sin embargo, la ausencia de descenso garantiza previsibilidad en los ingresos y continuidad operativa.
Existe además un riesgo de desigualdad entre clubes con inversión extranjera y aquellos que siguen con modelos más tradicionales. Esta brecha puede traducirse en diferencias competitivas y, a futuro, en una percepción de desequilibrio estructural. Por ello, muchos expertos consideran vital que la reestructuración venga acompañada de un modelo equitativo de reparto de ingresos.
La internacionalización ha sido otro eje clave. Participar en torneos como la Leagues Cup y fortalecer acuerdos televisivos con audiencias en Estados Unidos ha ampliado el alcance de la Liga MX. Se estima que entre México y EE. UU. existen más de 200 millones de aficionados potenciales, lo que convierte a la liga en una de las más seguidas fuera de Europa. Este posicionamiento global contribuye directamente a su valorización y atractivo financiero.
Centralizar ingresos por televisión, patrocinios y merchandising permitiría flujos más estables para clubes e inversionistas. A cambio, estos actores exigen reglas claras, métricas de desempeño financiero y estructuras administrativas modernas. La eliminación del descenso se inscribe dentro de esta lógica: asegurar estabilidad financiera para facilitar inversiones de largo plazo.
La transformación actual de la Liga MX representa una oportunidad sin precedentes para consolidarse como un producto de entretenimiento global. La llegada de capital privado está profesionalizando la gestión, mejorando infraestructura y creando nuevas vías de ingreso. A medida que se resuelvan temas estructurales como la multipropiedad y la transparencia, la liga podrá sostener su crecimiento y fortalecer su posicionamiento internacional.