Cabecita y las palizas históricas: Del 5-2 de Cruz Azul al 7-0 de América

Si alguien sabe lo que es el Clásico Joven y anotar con ambas camisetas es el Cabecita Rodríguez que ha estado en palizas de Cruz Azul y América, respectivamente. Aunque no es el máximo anotar con ambas instituciones ni el único que ha conseguido esto en la Liga MX, si tiene historias especiales con ambos conjuntos.

Jonathan “Cabecita” Rodríguez tiene una historia única e inigualable en el Clásico Joven. El delantero uruguayo es el único futbolista en la historia reciente que ha protagonizado las dos goleadas más humillantes de la rivalidad, siendo decisivo para el equipo ganador en ambas ocasiones.

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Su historial lo vincula directamente a los marcadores más escandalosos de este enfrentamiento. Si bien jugadores como Carlos Hermosillo o Christian ‘Chaco’ Giménez anotaron para ambos clubes en este tipo de enfrentamientos, la historia del uruguayo es curiosa.

El único hombre en las dos grandes humillaciones

El hito del Cabecita con Cruz Azul y América en el Clásico Joven no es solo haber vestido ambas camisetas, sino haber sido el protagonista activo, anotando, en las dos peores palizas del Clásico Joven en la era moderna: el 5-2 de 2019 y el 7-0 de 2022.

• La goleada Celeste (5-2): Jugando para Cruz Azul, Rodríguez fue pieza clave en la victoria de 5-2 sobre América en el Apertura 2019. Anotó uno de los cinco goles que sellaron la humillación ante las Águilas.
• La catástrofe Azul (7-0): Años después, con el jersey del América, el ‘Cabecita’ regresó al Clásico para ser el verdugo de su exequipo en la goleada histórica de 7-0 en el Apertura 2022. En esta ocasión, anotó uno de los siete goles que cayeron sobre La Máquina.

Saldo total de un ‘doble agente’

El ‘Cabecita’ acumuló un total de seis goles en el Clásico Joven, demostrando su relevancia en la rivalidad:

• Cinco (5) goles con Cruz Azul.
• Uno (1) gol con América.

Este inusual historial lo convierte en el máximo símbolo de la “traición” o el “doble agente” en el Clásico Joven, al haber sido el hombre que marcó el camino para las dos victorias más escandalosas de la rivalidad.

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