
Ni en TV Abierta y tampoco la promesa de Christian Martinoli en Azteca, el cuadro de los Diablos Rojos de Toluca es el campeón invisible
Es el vigente monarca de la Liga MX, ganó el Campeón de Campeones y la Campeones Cup, pero es imposible ver un partido de este equipo. Ni en TV Abierta y tampoco la promesa de Christian Martinoli en Azteca, el cuadro de los Diablos Rojos de Toluca es el campeón invisible en cuanto a transmisiones.
El Deportivo Toluca, actual campeón del futbol mexicano tras coronarse en el Clausura 2025, vive una paradoja insólita. Lejos de gozar de la máxima exposición mediática que debería ostentar un monarca de la Liga MX, los Diablos Rojos se han convertido en el equipo más difícil de seguir para el aficionado promedio, al quedar relegado a la televisión restringida y plataformas de streaming.
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La afición que sintoniza la televisión abierta, se ha encontrado con una realidad decepcionante: para seguir al campeón se necesitan múltiples suscripciones.
La fase regular del Apertura 2025 consta de 17 jornadas, y al menos nueve partidos del Toluca, ya sean de local o de visita, han sido transmitidos de forma exclusiva o prioritaria por canales de paga o servicios de streaming.
Los partidos de local, aquellos que deberían ser más accesibles, se han dividido en un complejo ecosistema de señales, incluyendo:
Uno de los principales reclamos de la afición se centra en TV Azteca. A pesar de la expectativa que generó el anuncio de la transmisión de juegos del Toluca, la realidad es que el equipo de narradores estelar, con Christian Martinoli y Luis García, solo pudo llevar a la televisión abierta una fracción de los partidos.
De los nueve partidos que Toluca disputa como local, TV Azteca solo transmitió tres encuentros de fase regular en su señal abierta (Azteca 7):
Esta cifra es insuficiente para un club que debería ser el estandarte de la liga. El resto de los juegos de local, incluyendo el atractivo duelo ante Monterrey o el debut contra Necaxa, fueron a parar a otras señales, demostrando que la liga y los clubes están priorizando los ingresos por derechos fragmentados por encima de la exposición masiva del fútbol.
Lo cierto es que ni en TV Abierta y tampoco con Martinoli, el Toluca es un equipo invisible. La fragmentación de las transmisiones genera la percepción de un “campeón invisible”. Mientras otros equipos grandes mantienen una presencia constante en los canales más populares, el Toluca obliga al aficionado a tener múltiples servicios.