Pato Araujo sobre el título Mundial Sub-17 en 2005: “Fueron entrenamientos de vómito, pero qué fuerza mostramos”

Se cumplen 16 años de aquella hazaña en la que por primera vez una Selección Mexicana alzó un título mundial de futbol. Fue un 2 de octubre, en el Campeonato Mundial Sub-17 de Perú 2005, que se marcó un parteaguas en la historia del deporte a nivel nacional, y que dejó un precedente para la mentalidad del futbolista mexicano.

Patricio Araujo, capitán de aquella selección y quien es el primer mexicano en alzar una copa del mundo de futbol, rememoró para Futbol Total sobre la preparación física y mental para lograr lo que nadie antes.

“Tuvimos siempre la meta bien fija. Yo salí del aeropuerto convencido de que íbamos a jugar seis partidos y dimos ese salto de calidad. Fueron entrenamientos de vómito, de los que después no nos podíamos mover. A la edad de 17 años levantaba 120 kg en sentadilla completa, algo que tal vez no podía lograrse, pero lo hacía. ¡A esta edad ya no lo puedo hacer! (dice entre risas). Toda esa generación hizo ese tipo de trabajo. Lo recuerdo, me transporto al ayer y me digo: ‘qué fuerza y voluntad mostrábamos cada uno de nosotros”, detalló el canterano de Chivas en #CharlaTotal.

Chucho Ramírez, el mentor

Enfatizó en el ojo técnico de Jesús Ramírez, quien fue el estratega de aquel representativo y quien eligió a cada uno de los ahora históricos: “Chucho Ramírez escogió a buenas personas, a parte de buenos jugadores. Personas que vio con la capacidad de resiliencia, de saber que, si estaba frente a un rival más fuerte que él, más rápido, con más cualidades que pudieran vencerte, no tener miedo. A saber que, con tu trabajo, ibas a poder igualar o a rebasarlo, como en nuestro caso”, compartió Araujo.

Le agradece al Pato Araujo del 2005, a aquel niño de 17 años

Araujo, cuando echa la vista atrás sin saber con exactitud a dónde se fueron esos 16 años, se agradece a sí mismo por lo mucho que realizó para alzar el título y convertirse en el hombre que hoy es.

“Aquel Pato Araujo de 17 años hizo muy bien las cosas. Él se entregó en todo momento al futbol, a su profesión, a entrenar, a ser un buen compañero, hijo y ser humano. Todo eso fue lo que le ayudó a Pato Araujo a seguir creciendo y a tener la vida que tengo hoy a lado de mi esposa, muy agradecido. Le tengo cariño al futbol que pocos jugadores lo disfrutan tanto. Lo que hizo aquel Pato de niño, al día de hoy creció mucho, Le agradezco que haya sido muy receptivo, que nunca se haya peleado con ningún entrenador”.

El sueño pendiente del Pato

Patricio, al igual que en su juventud, a sus 33 años no deja de soñar. Aunque reconoce que es complicado, aún tiene uno por cumplir: “De los sueños de aquel niño Pato Araujo, cumplió muchos, pero el que más difícil lo veo fue el mundial con Selección Mexicana Mayor. No habría mayor regalo para aquel niño de 17 años”.