¿Quién era Carlos Hurtado?
Cruz Azul y la Liga MX perdió a uno de sus personajes más enigmáticos y controversiales: Carlos Hurtado, histórico promotor de jugadores, murió durante la madrugada del 3 de noviembre, según confirmaron periodistas y exfutbolistas a través de redes sociales. Hasta el momento no se han revelado las causas de su fallecimiento, aunque su partida provocó una ola de reacciones en el medio deportivo.
Carlos Reinoso, ídolo del América, fue uno de los primeros en despedirlo con un mensaje en su cuenta de X: “Amigos del futbol, otra noticia triste para mí. Me acabo de enterar que murió Carlos Hurtado. Lo conocí a los 14 años, mi compañero de golf. Descanse en paz, cariño a su familia”. Otros nombres del entorno futbolístico, como David Faitelson y David Medrano, también expresaron sus condolencias y destacaron la influencia que Hurtado ejerció durante más de cuatro décadas en la Liga MX.
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Carlos Martínez Hurtado, su nombre completo, construyó una de las redes de representación más poderosas del futbol mexicano. Desde la década de los 80 hasta los años 2000, participó en múltiples fichajes, transferencias y negociaciones entre clubes, técnicos y jugadores. Su poder se extendió más allá de los despachos, al punto de ser considerado un operador clave dentro del ecosistema del futbol nacional.
El nombre de Carlos Hurtado se relacionó de manera directa con Cruz Azul, donde diversos reportes lo señalaban como una figura con influencia en la gestión deportiva del club durante la administración de Guillermo Álvarez Cuevas. Aunque el propio “Billy” negó públicamente que Hurtado tuviera algún cargo formal, su vínculo con las decisiones del equipo se convirtió en una constante dentro de las versiones que circularon por años.
El vínculo entre Hurtado y Cruz Azul marcó uno de los episodios más polémicos del futbol mexicano. Durante años se le atribuyeron decisiones clave en contrataciones y despidos de técnicos, además de supuesta injerencia en la elección de refuerzos extranjeros. Aunque nunca se comprobó oficialmente, su nombre quedó asociado a los periodos de inestabilidad deportiva del club y al debate sobre el papel de los promotores dentro de las instituciones.
Carlos Hermosillo, exjugador cementero, fue una de las voces más críticas hacia Hurtado, a quien señaló por su presunta influencia sobre la directiva. A pesar de las controversias, el promotor se mantuvo como una figura central en la estructura informal del futbol mexicano, capaz de negociar con distintos clubes y mantener presencia constante en los mercados de fichajes.
José Ramón Fernández también se refirió a su fallecimiento, recordando el alcance que Hurtado llegó a tener dentro del futbol nacional. “Murió uno de los promotores más importantes y polémicos del futbol mexicano. Su influencia fue clave en los 80, 90 y 2000. Enigmático, casi no aparecía en los medios, pero movía los hilos de varios clubes, directivos y hasta periodistas”, escribió el comunicador en su cuenta de X.
El mensaje del periodista reforzó la percepción de que Hurtado operaba desde el silencio, con una red de poder que trascendía los límites de los clubes. Su figura generó admiración entre quienes lo veían como un hábil negociador, pero también rechazo por parte de quienes lo consideraban un símbolo del control y la discrecionalidad en el futbol mexicano.
La muerte de Carlos Hurtado marca el cierre de un capítulo en la historia del balompié nacional. Su figura, rodeada de misterio y controversia, representó una época en la que los promotores alcanzaron un poder inédito dentro de las estructuras deportivas. Aunque su influencia despertó críticas, también contribuyó a profesionalizar las relaciones entre jugadores y clubes en tiempos donde el mercado de transferencias apenas comenzaba a consolidarse.
