Momentos mundialistas: El autogol “mortal” de Andrés Escobar

Uno de los momentos más tristes que se recuerdan en la época de los Mundiales pasó en 1994.

Era el 22 de junio de 1994, Estados Unidos y Colombia se enfrentaban en la cancha del Rose Bowl, en Los Angeles, California.

Un equipo estadounidense que era sede de la justa mundialista y una de las selecciones sudamericanas más importantes del momento buscaban la victoria que los metiera a la siguiente fase de la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994.

Un juego que estaba férreo en sus primera parte se abrió con una jugada totalmente desafortunada. El lateral de los estadounidenses John Harkes envió un centro por banda izquierda, y Andrés Escobar se lanzó a la altura de la “media luna” para evitar que llegara el esférico al delantero norteamericano; sin embargo, su rechazo fue equivocado y el balón se dirigió directo a la red para un gol en propia puerta.

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Al final, Colombia quedó eliminada de la Copa del Mundo tras caer en ese partido por 2-1 ante los Estados Unidos.

Durante las entrevistas posteriores al encuentro de futbol, Escobar dijo una frase que al final no sabía que definiría su destino: “esto no nos va a matar”.

Días después, Andrés Escobar fue a un bar con sus amigos para tratar de olvidar lo mal que la pasó tras anotar el autogol que encaminó la eliminación colombiana en 1994.

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Al salir, se encaró con los hermanos Gallón, Pedro y Santiago, responsables de la muerte del zaguero cafetalero, y su chofer Humberto Muñoz Castro fue el autor de los disparos que le quitaron la vida al futbolista.

La razón de la muerte tendría que ver con las apuestas que se dieron sobre ese partido, y todo lo que habría perdido la gente de Colombia tras la derrota de su selección.

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